1º OBJETIVO: CONOCER LOS LENGUAJES DE INMERSIÓN

Uno de los objetivos de mi ponencia en el Fórum ‘Juventud e Interioridad’ en la Universidad de La Mística de Ávila, ‘Interioridad, juventud y creatividad: Lenguajes de Inmersión’ era precisamente el de Conocer los Lenguajes de Inmersión.

Podemos cultivar la interioridad a través de los lenguajes de inmersión. Éstos pertenecen al itinerario de inmersión sobre el que J. Melloni explica: “Cuanto más honda y plena sea la inmersión, mas rica será la integración porque alcanza a la persona en sus capas más hondas y no en sus zonas dispersas […] Experienciar no es lo mismo que experimentar. La experienciacion tiene que ver con uno mismo y toma a toda la persona. Lo importante de la experienciacion es el recorrido. No se trata de experiencias puntuales, sino procesual”.

imagesEl itinerario de inmersión es una invitación a realizar un proceso, es un recorrido posible para la experienciación, para poder despertar la grandeza de nuestro corazón, para poder abrirnos al mundo con sus gozos y sus sombras de un modo renovado, y para llegar a un punto intermedio de uno mismo, un punto sutil y delicado, del dejar y dejarse hacer, en el que me convierto en mero testigo de lo que en mí acontece. Es el itinerario de la cabeza al corazón”.

Y alcanzando las capas más hondas, “poder aprender una nueva manera de situarme ante la misma naturaleza que la persona es, ante todos los seres que son nuestros hermanos y hermanas. Suscitando una respuesta personal comprometida y compasiva, a vivir en el mundo actual”.

A través de la repetición de experiencias breves -de uno a diez minutos- relacionadas con el arte, el juego, la música o la palabra, posibilitamos de un modo sencillo, entrar en contacto con la fuerza del aquí y del ahora. Lo hacemos aprendiendo a orientar nuestra atención de un modo especial: Aprendiendo a focalizarla.

“De este modo, mediante su aparente sencillez, impulsamos a un nuevo modo de relacionarnos con la realidad ya que focalizando nuestra atención nos estamos entrenamos en la práctica images2silente”, para que en la vida diaria pueda prestar toda mi atención a alguien o a algo. Para E. Tolle, “la sabiduría no es un producto del pensamiento. El conocer profundo que es la sabiduría, surge en el simple acto de prestar toda tu atención a alguien o algo. La atención es la inteligencia primordial, la conciencia misma. Disuelve las barreras creadas por el pensamiento conceptual”.

Para Simone Weil “la mente debe vaciarse de todo contenido propio para recibir al ser que se está mirando tal como es, en toda su verdad. Sólo puede hacer eso quien es capaz de la atención, que consiste en suspender el pensamiento para dejarlo disponible, vacio y penetrable al objeto […] Weil nos propone una purificación de la inteligencia, una liberación de todo prejuicio necesaria para captar los matices de la realidad”.

Estamos cultivando una actitud del corazón, una “actitud del corazón, que vive todo con serena atención, que sabe estar plenamente presente ante alguien sin estar pensando en lo que viene después, que se entrega a cada momento como un don divino que debe ser plenamente vivido. Jesús nos enseñaba esta actitud” (LSí n. 226).

Por ejemplo, en uno de los lenguajes de inmersión, tratamos de practicar la atención focalizada en lo que estamos haciendo durante un minuto: en el movimiento de los hombros en las 6 inspiraciones que se hacen, en la expulsíón del aire por la boca que lo hacemos de la forma más lenta posible y en el descenso de la mano de la persona que guía que va marcando esa expulsíón a ritmo lento. Con el objetivo de silenciar nuestra mente discursiva. “¿Qué ha ocurrido durante ese minuto?

El catedrático de Psicobiología de la Universidad de Valencia, el Dr. Vicente Simón, que ha introducido Mindfulness o atención plena en España, afirma: “Cuando dedicamos nuestra atención a lo que está sucediendo en el momento presente, decrece la actividad de las zonas mediales de la corteza prefrontal y entran en juego circuitos nerviosos situados más lateralmente en el cerebro, concretamente la corteza prefrontal dorso-lateral.

mindEn lugar de vagar por los «cerros de Úbeda», concentramos nuestra atención en lo que está sucediendo en el presente, bien en nuestro cuerpo, bien en el mundo exterior. Dejamos de rumiar sobre el pasado y de preocuparnos acerca del futuro. Son incompatibles, cuando aumenta la actividad de una zona, disminuye la de la otra. Es decir: a medida que centramos nuestra atención a lo que está sucediendo, disminuye la «mente de mono» que equivale a silenciar nuestra mente discursiva”.

Acallando nuestra mente discursiva, vamos aprendiendo a estar presentes ante cada realidad cotidiana por pequeña que sea: cuando saques al perro por las noches, cuando te laves las manos, cuando vayas en bici al trabajo, cuando estés cocinando… Y aunque parece fácil, no lo es. Daniel Goleman explica en su obra Focus. Desarrollar la atención para alcanzar la excelencia, que “el impulso interior que nos lleva a alejarnos del esfuerzo concentrado es tan intenso que los científicos cognitivos han acabado considerando la mente errante como la modalidad por defecto del cerebro.

Es el sistema que opera siempre que no nos hallamos sumidos en ninguna tarea mental, cuando nuestra mente divaga, entonces nuestro cerebro activa una serie de circuitos que forman la red neuronal por defecto” siendo “el distractor más importante para la concentración es la cháchara intrapersonal […] De hecho, la probabilidad de que, cuando le preguntemos a alguien si está pensando en algo distinto a lo que está haciendo, es del 50%”.

Como Jesús, que estaba “plenamente presente, serenamente ante cada realidad por pequeña que sea” (LSí n.197), el joven puede aprender a estarlo. Primero lo intentamos nosotros, adultos, para luego poder explicárselo habiéndolo experienciado previamente ya que como dice J. Melloni ¡y es algo que todos sabemos! “sólo podemos transmitir lo que vivimos”.

Esta va a ser la estrategia a seguir en todas las propuestas que planteo y que iré recordando. La invitación que hacemos a los jóvenes, a cultivar su interioridad a de partir de la propia experiencia interior tal como hacia Jesús, “el Señor podía invitar a otros a estar atentos a la belleza que hay en el mundo porque él mismo estaba en contacto permanente con la naturaleza y le prestaba una atención llena de cariño y asombro” (LSí n.97).

111116407_dc8a9b249dSi quieres practicar tú en la vida diaria y también cuando quieras enseñarlo, puedes utilizar un símil muy sencillo. Simplemente imagina que tus ojos son como el zoom de una cámara. “Te lo explico. Mira como si tus ojos fueran el zoom de una cámara y enfócalos de este modo hacia un objeto, una persona, o una escena que esté en tu campo de visión, de forma que lo demás quede en un segundo plano, como difuminado. Y hazlo con actitud exploratoria, ¡como si fueras prima del inspector Gadchet! Sé consciente de lo que ocurre entonces.

Es fácil que te sorprendas descubriendo distintos planos de esa realidad que contemplas, por ejemplo de la taza de café humeante que tienes sobre la mesa. Entre esos planos, de lo profundo emergerá como un geiser, la dimensión de lo sagrado. Pero hay que ser ¡como niños! y como ellos que aprenden repitiendo, nosotros también tendremos que entrenarnos en esta práctica tan sencilla, repitiéndola.”

Nieves M., al terminar los Ejercicios Espirituales de Tradición cristiana y Mindfulness de una semana, en el Monasterio de Suesa (Cantabria), reflejaba lo anterior con su propia experiencia: “He tenido los ojos bien abiertos al contemplar la Naturaleza y he experimentado sorpresa ante lo pequeño de una semilla caída de un árbol. Cada semilla lleva un hilo largo que la sostiene. La semilla en si es dura, así que debe experimentar condiciones duras para que su cáscara se pudra y se abra. Y dentro tiene todo un microuniverso de árbol. Lo sé porque lo vi y me la comí”.

Algunos ejemplos de la práctica de los lenguajes de inmersión: son:

mindfulness en el aula

  • La Frase Orante y Compasiva en el Colegio Escolapias Calasanz Zaragoza en clase de Lengua Española y Literatura de 1º ESO y en 2º ESO, realizadas por la profesora Mª Victoria Pérez Ara;
  • Victoria Díez prepara el corazón para la escucha del Evangelio con la técnica del minuto y el gesto cálido en la Parroquia Santo Niño de Cebú de Madrid; en la misma parroquia: Frase Orante con el grupo de interioridad.
  • Paloma Castillo con el grupo de jóvenes realiza la técnica del minuto para prepararse para la oración; Meditación lúdica en convivencias de interioridad, Ejercicios del sentido del tacto con atención focalizada en convivencias de interioridad; Meditación breve con gesto cálido con jóvenes en familia; Gesto cálido de masaje en los pies en Casa de Consigna.
  • Acogida de S. Blas en Zaragoza y en la parroquia Sto. Niño de Cebú, aprendiendo los catequistas el Gesto cálido en las manos.

Para E. Bacharach, doctor en Biología Molecular por la Universidad de Buenos Aires y que actualmente, ejerce de consultor en diferentes organizaciones internacionales asesorando sobre temas de innovación y creatividad, “entrenar tu atención es clave para aprender mejor y estimular la aparición de insights; por ende, potencia tu creatividad».

Para él existe una variedad de técnicas que generan cambios fisiológicos y psicológicos en tu cuerpo y tu mente. Los ejercicios se pueden basar en centrar tu atención en algo interno, como tu respiración o los latidos del corazón, o externo […] Los resultados son impresionantes si te impones la disciplina de hacerlos a diario”.

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“En 2009, Clayton Christensen, profesor de la Harvard Business School, publicó un estudio que realizó durante seis años con tres mil ejecutivos y quinientos emprendedores innovadores. Dos eran las conclusiones. La primera era: Las cinco habilidades que separan a los más creativos del resto. Y el nivel de atención y concentración era una de ellas. La segunda, que cerca del ochenta por ciento de tu creatividad puede ser aprendida y adquirida, ya que incorporando técnicas en tu rutina diaria, podrás incrementar tu capacidad creativa entre un veinte y un cincuenta por ciento”.

Por tanto, podemos concluir que los lenguajes de inmersión, en la medida que los realicemos, también “riegan” las semillas de creatividad.

 

‘JUVENTUD, INTERIORIDAD Y CREATIVIDAD: LENGUAJES DE INMERSIÓN’

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Los pasados 29 y 30 de enero, tuve el placer de participar como ponente en el Fórum ‘Juventud e Interioridad’ en la Universidad de La Mística de Ávila. En la que expuse mi ponencia sobre “Juventud, interioridad y creatividad (Lenguajes de inversión)”, con la que propuse cinco objetivos en relación al tema principal.

La fuente de inspiración para esta intervención son los escritos del Papa Francisco, especialmente la Carta Encíclica Laudato Si.

En la Exhortación “La alegría del Evangelio” nos dice: “Cada vez que intentamos leer en la realidad actual los signos de los tiempos, es conveniente escuchar a los jóvenes y a los ancianos. Ambos son la esperanza de los pueblos. Los ancianos aportan la memoria y la sabiduría de la experiencia, que invita a no repetir tontamente los mismos errores del pasado. Los jóvenes nos llaman a despertar y acrecentar la esperanza, porque llevan en sí las nuevas tendencias de la humanidad y nos abren al futuro” (EG n.108).

¿Cuáles son esas tendencias que llevan los jóvenes en sí? ¿Y cómo podemos colaborar a que crezcan y a canalizarlas en el momento presente y en el futuro? ¿Podríamos decir que esas tendencias son semillas de divinidad que llevan en su interioridad? Y en este caso ¿Qué pueden aportar los lenguajes de inmersión? Como apunta J. Melloni sj “hay semillas de divinidad esparcidas por doquier”1. También están repartidas en nuestra tierra, “olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf Gn 2,7)” (LSi n.2), y que podemos aprender “a quitarnos las sandalias ante la tierra sagrada del otro (cf Éx 3,5)”, (EG n.169).

Propongo los lenguajes de inmersión como una herramienta para ayudar al crecimiento de algunas semillas de divinidad; las semillas de la misericordia, de la ternura, del cuidado de la Casa común, de la contemplación y de la creatividad, que ya están en los jóvenes, sabiendo que son promesas de futuro.

Siguiendo el ejemplo del Papa, en la oración que recita, al finalizar su encuentro con la Curia Romana, en diciembre de 2015: “Regamos semillas ya plantadas, sabiendo que son promesas de futuro. Sentamos bases que necesitarán un mayor desarrollo […] Puede que sea incompleto, pero es un principio, un paso en el camino, una ocasión para que entre la gracia del Señor y haga el resto […] Es posible que no veamos nunca los resultados finales, pero esa es la diferencia entre el jefe de obras y el albañil. Somos albañiles, no jefes de obra, ministros, no el Mesías. Somos profetas de un futuro que no es nuestro. A lo largo de toda mi exposición está presente la certeza de que sólo somos albañiles, Dios el Jefe de la obra.

DESCÁRGATE LA PONENCIA EN IMÁGENES

OBJETIVOS:

1- Conocer los lenguajes de inmersión.

2- Crecer en misericordia y ternura.

3- Reconocer el cuerpo como instrumento de Jesús.

4- Contemplar para cuidar de la Casa común.