¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CULTIVAR LA INTERIORIDAD?

¿A qué nos referimos cuando hablamos de cultivar la interioridad?

Cultivar la interioridad

Cultivar la interioridad hace referencia al cultivo del mundo interior, de la tierra fértil a partir de la cual pueda crecer una vida psicológica y espiritual integrada. Con frecuencia perseguimos objetivos en los que esperamos encontrar, de un modo u otro, paz, bienestar, alguna forma de realización, felicidad, pero a medida que los vamos alcanzando, advertimos muchas veces que no nos dan lo que anhelábamos. Y de esta manera y «sin conciencia suficiente, uno se convierte en nómada, buscando por aquí y por allá la solución, que como un acontecimiento indecible, vive agazapada en una “interioridad” no descubierta todavía». Una interioridad entendida como «una dimensión antropológica autónoma —no dependiente de ideologías o creencias—, constitutiva de la persona. Interioridad es un concepto que tiene la ventaja de ser muy englobante, intuitivo, poco ideológico, poco técnico…; y es más amplio que hablar de emociones, conciencia, subjetividad, alma o espíritu» . La interioridad hace referencia a ese ámbito íntimo, delicado y esencial de la persona donde nos encontramos con lo que somos, ese espacio intrapersonal donde acogemos las resonancias que nos llegan del mundo exterior, donde saboreamos, sentimos, imaginamos, recordamos, reflexionamos, anhelamos, trascendemos,… «Maslow, conjuntamente con Rogers, considera que la naturaleza interna de las personas es una entidad delicada y sutil que tiende a satisfacer necesidades primarias, para pasar después a plantarse objetivos más elevados: conocimiento, libertad, creatividad, belleza, justicia, bondad…» .

Crear cultura de interioridad. En el aula, en la pastoral y en la vida diaria.C. Jalón. pp.23-24.